Aunque cada vez existe una mayor conciencia ambiental, aún es muy habitual cometer errores a la hora de desechar las pilas y baterías que ya han finalizado su vida útil. Y es que estos dispositivos contienen metales pesados que, si no se gestionan correctamente, pueden llegar a ser realmente perjudiciales para el medio ambiente.
Es por ello que detectar posibles fallos en este proceso y conseguir evitarlos se torna esencial para poder llevar a cabo una buena gestión de los mismos.
1. Tirar las pilas al cubo de basura doméstica
Este es el error más extendido. Las pilas nunca deben acabar en la bolsa de basura común, debido a que pueden liberar sustancias tóxicas en los vertederos.
La solución a este asunto es bastante sencilla, y no es otro que el de depositarlas en los contenedores específicos para pilas que se encuentran disponibles en comercios, ayuntamientos, centros educativos y puntos limpios de Andalucía.
2. Acumular demasiadas pilas en casa
La acumulación de pilas que han finalizado su vida útil para “tirarlas algún día”, es otra de las problemáticas más comunes, ya que este simple hecho supone un gran riesgo. Con el tiempo, estos dispositivos pueden deteriorarse, romperse o perder líquidos.
Una de las soluciones que puede tener esta problemática es la de tener un pequeño recipiente en casa y vaciarlo regularmente en un punto de recogida.
3. Mezclar pilas en buen estado con pilas gastadas
A veces, al no saber si una pila está agotada, se vuelve a mezclar con otras. Esto puede causar fugas o deterioro de los dispositivos, siendo perjudicial para todos ellos.
Lo más recomendable es marcar las pilas dudosas o probarlas antes de guardarlas.
4. No apostar por alternativas más sostenibles
Un error común en muchos hogares es seguir usando pilas desechables sin explorar opciones como pilas recargables o dispositivos con batería integrada.
Y es que el hecho de optar por soluciones reutilizables reduce la cantidad de residuos generados, fomentando el buen cuidado del entorno.
5. No informar a los más pequeños
Enseñar a niños y jóvenes a identificar, recoger y reciclar pilas ayuda a crear hábitos responsables desde edades tempranas, convirtiendo la enseñanza en la mejor arma para cuidar el planeta.





